

Una Historia de Amor entre Sesiones de Fisio
Nuestra
Historia
César y Stefania llegaron a Madrid en 2019: él, desde México, para estudiar un MBA; ella, desde Italia, para comenzar sus prácticas de fisioterapia. Sus amigos Ángela (amiga del instituto de Stefania) y Leo (amigo de toda la vida de César) se convirtieron sin saberlo en el vínculo que los uniría cuando los presentaron en la fiesta de cumpleaños de Leo.
César quedó cautivado de inmediato, pero Stefania apenas hablaba español, y él, recién llegado, aún se estaba adaptando a tantos cambios. Así que decidió no dar el primer paso, confiando en que el destino se encargaría.
Pasaron meses sin volver a encontrarse, hasta que el destino decidió darle a César un empujón… o más bien, una patada. Durante un torneo de fútbol en su escuela, convencido de ser un delantero estrella, César terminó con una fuerte lesión en el tobillo y directo al hospital. Siguiendo el consejo de Leo, al día siguiente —con muletas— comenzó su rehabilitación en la clínica donde trabajaba Stefania.
Para César, cada sesión de fisioterapia era como una cita. Entre ejercicios y risas, intentaba conquistarla con su mejor (y probablemente peor) español con acento mexicano. La conexión fue inmediata, pero Stefania aún mantenía una relación a distancia. Siempre caballeroso, César decidió esperar, con la esperanza de que “solo era cuestión de tiempo… y unas cuantas sesiones más”.
Una vez recuperado —y con la excusa perfecta— César la invitó a cenar como muestra de agradecimiento. Stefania, muy profesional, respondió: “¡No hace falta! Solo hacía mi trabajo.” Pero con una sonrisa añadió: “Aunque no diría que no a un helado.” Esa fue la primera vez que se vieron fuera del contexto de la clínica. Fue una tarde encantadora, pero el verano llegó, y sus caminos volvieron a separarse.
Tras algunos mensajes sueltos y coincidencias esporádicas, César no podía sacársela de la cabeza. Mientras tanto, Stefania enfrentaba el final de su relación. Y entonces llegó Halloween.
César no pensaba salir esa noche, pero cuando Stefania le preguntó si iría a la fiesta, él cambió de idea al instante. Esa noche fue un punto de inflexión. Desde entonces comenzaron a verse más seguido, y cuando César confirmó que Stefania estaba soltera, supo que esta vez no dejaría las cosas al destino. Esta vez, iba a actuar.
El resto, como dicen, es historia...











